San Basilio de
Palenque fue fundado en el siglo XVII por cimarrones que escaparon de Cartagena buscando
su libertad. Habitantes buscan mostrar su herencia cultural
San Basilio de
Palenque (EFE). San Basilio
de Palenque, un pueblo del norte de Colombia que
fue el primer asentamiento de descendientes de africanos que rompió las cadenas
de la esclavitud en América, le abre sus puertas a la industria del turismo
para librarse de la miseria en la que ha vivido siempre.
Con la inauguración
de un parador turístico este pequeño poblado distante una hora por tierra de Cartagena de
Indias busca mostrar al mundo esos valores culturales por los
que Unesco lo declaró como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la
Humanidad, en 2005.
“Queremos que el
turista que venga encuentre la originalidad de Palenque, su gastronomía, los
peinados que las mujeres lucen en su cabeza y que significan los caminos que
utilizaban para escapar de la esclavitud”, explicó a Efe el ministro de
Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Sergio Díaz-Granados.
San Basilio de
Palenque es una comunidad de unos 3.000 habitantes fundada en el siglo XVII por
negros cimarrones que escaparon de Cartagena y sus alrededores en busca de
libertad y cuyos descendientes conservan la cultura y tradiciones de los
antiguos esclavos.
ESPÍRITU AFRICANO EN
AMÉRICA
“Queremos que el turista entienda cómo un espíritu africano sigue intacto dentro del corazón de América; es muy importante que los turistas que vienen hoy a Cartagena sepan que hay mucho más allá de la ciudad amurallada”, agregó Díaz-Granados en referencia al casco histórico de este puerto sobre el Caribe colombiano que fue uno de los más importantes de la América española.
“Queremos que el turista entienda cómo un espíritu africano sigue intacto dentro del corazón de América; es muy importante que los turistas que vienen hoy a Cartagena sepan que hay mucho más allá de la ciudad amurallada”, agregó Díaz-Granados en referencia al casco histórico de este puerto sobre el Caribe colombiano que fue uno de los más importantes de la América española.
Según el ministro, se
espera que unos 300 turistas visiten semanalmente San Basilio de Palenque, y el
parador servirá para controlar la entrada de los visitantes, “en el sentido de
darles una información que les sirva para que puedan, antes de entrar al
pueblo, apreciar toda su cultura”.
CULTURA VIVA
El pueblo palenquero goza de una cultura muy rica pues conserva las costumbres heredadas de sus ancestros africanos casi intactas, entre las que destaca el “lumbalú”, un ritual fúnebre con el que por medio de bailes y cantos despiden a sus muertos.
El pueblo palenquero goza de una cultura muy rica pues conserva las costumbres heredadas de sus ancestros africanos casi intactas, entre las que destaca el “lumbalú”, un ritual fúnebre con el que por medio de bailes y cantos despiden a sus muertos.
Los habitantes de
este territorio hablan un dialecto conocido como “palenquero”, que data de
finales del siglo XVI y comienzos del XVII y que es una mezcla de lenguas
africanas de origen bantú nutridas con bases léxicas castellanas que utilizaban
para no ser entendidos por los hispanohablantes.
Sin embargo, a pesar
de ser eje central de buena parte de la cultura del Caribe colombiano, han permanecido
olvidados por el Estado, hasta el punto de que no cuentan con adecuados
servicios públicos ni de salud.
Los pobladores de San
Basilio no cuentan con agua totalmente potable, el servicio de energía
eléctrica es deficiente y costoso y carecen de alcantarillado.
La economía de este
asentamiento es precaria ya que sus habitantes no cuentan con fuentes de empleo
y el trabajo se reduce a cultivar pequeñas huertas con productos para su
sustento diario, como maíz, yuca y ñame, un tubérculo típico de la región.
Por eso, con este
parador turístico que tuvo una inversión de unos 315.000 dólares y que es la
primera etapa de un proyecto que incluirá albergues para los visitantes, los
palenqueros esperan tener una fuente sostenible de ingresos que les permita
dejar atrás las cadenas de la pobreza
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